Ferrovial: lo dicho, dicho está

Article d’Antoni Durán-Sindreu, membre del comitè directiu d’Units per Avançar i coordinador del programa econòmic del partit publicat a El Economista.

Ferrovial: lo dicho, dicho está

No tengo datos suficientes para opinar sobre el “caso” Ferrovial, pero me preocupan las consecuencias de determinadas afirmaciones que se han hecho.

Se ha dicho incorrectamente que el cambio de domicilio de su matriz tendrá un gran impacto en la recaudación del Estado. Sin embargo, la verdad es que la empresa continuará realizando en España la actividad que viene desarrollando y que, por tanto, poco va a cambiar.

Se ha afirmado, también, que en España la seguridad jurídica está garantizada. Desconozco otros ámbitos, pero creo que la gran mayoría de quienes nos dedicamos al Derecho tributario estamos de acuerdo en el altísimo nivel de inseguridad jurídica en el que vivimos, cuya causa principal es la deficiente técnica legislativa y la excesiva e inestable actividad legislativa. Inseguridad, que incide en las decisiones de los operadores económicos y en su confianza, y a la que hay que añadir la agotadora burocracia administrativa. A poco que se consulte la hemeroteca, comprobaremos lo cierto de mis afirmaciones. La única y triste realidad, es que la mayoría de las empresas no tienen una alternativa real a este importantísimo problema. Aunque ahora se quiera “dulcificar”, lo cierto es que en el ámbito tributario vivimos inmersos en la inseguridad jurídica que, como hemos dicho, paraliza decisiones económicas y genera desconfianza.

Asimismo, y con enorme desconocimiento técnico, se ha comentado que el traslado del domicilio de la matriz carece de motivos económicos válidos y que, por tanto, las plusvalías tácitas han de tributar. Se trata, sin duda, de un desconocimiento absoluto del concepto del que se habla y que no es más que una cláusula antiabuso de origen anglosajón que tiene por finalidad impedir que se apliquen determinados beneficios fiscales cuando la principal finalidad es el fraude o la evasión fiscal. Personalmente, no tengo ninguna duda de que eso no ocurre.

Se ha esgrimido, igualmente, falta de patriotismo fiscal. Hasta donde yo sé, pagar impuestos no es un acto de patriotismo, sino una obligación constitucional. Habrá que agradecer, en su caso, la contribución que la empresa está haciendo a la sociedad y que, según ella misma ha afirmado, continuará haciendo en el futuro.

Dicho esto, la obligación de todo empresario es crear riqueza. Y la empresa, nos guste o no, se debe a sus accionistas; a sus propietarios. No al Estado. Su objetivo, insisto, es crear riqueza. Crear riqueza exige invertir, e invertir fomenta el empleo.

Por su parte, crecer requiere inversores, capacidad de endeudamiento y vocación internacional, circunstancias que exigen calidad crediticia, cotización en todos los mercados, y estabilidad.

No es, pues, de extrañar que el traslado de domicilio de la matriz de Ferrovial sea a los Países Bajos, cuarto país del mundo en receptor de inversores, y que, a diferencia de España, permite la cotización de las acciones en la bolsa de los EEUU.

En definitiva, una empresa española más solvente y de mayor tamaño, cuya actividad en España continuara siendo la misma. País, por cierto, en el que solo se concentra el 18% de su actividad. Nos guste o no, marca España. ¿O no lo es Pau Gasol?

En este contexto, es obvio que la obligación del Estado es promover la riqueza. Riqueza, claro está, que tiene sus límites en los principios que rigen una economía social de mercado. Y promover la riqueza es fomentar la inversión productiva; la emprenduria. Es garantizar la seguridad jurídica y la estabilidad legislativa. Es aspirar a la máxima calidad crediticia. A promover la confianza y el crecimiento de las empresas. Es procurar el máximo acceso al mercado de capitales. En definitiva, ser competitivo (incluida la fiscalidad).

Pues bien. No conozco ninguna empresa que se haya deslocalizado por motivos fiscales. Sí lo han hecho, y muchas, por sus mayores oportunidades de negocio. Por su mayor competitividad. Pero, además, ni los Países Bajos son un paraíso fiscal, ni su fiscalidad es sustantivamente mejor que la española.

A diferencia de lo que se dice, la preocupación de las personas no es Hacienda. Es su estabilidad, crecimiento, y desarrollo. Todo esto nada tiene que ver con la necesidad de reducir las desigualdades de renta, de un sistema tributario que en su conjunto sea verdaderamente progresivo, de avanzar hacia una verdadera igualdad de oportunidades, y/o de mayores políticas predistributivas y selectivas.

La riqueza y su distribución no son incompatibles.

Es cierto, eso sí, que las cosas no se han hecho muy bien porque si el crecimiento de una empresa en un país está limitado, una compañía como Ferrovial tiene que abrir una vía de diálogo con la Administración, además, claro está, de priorizar muy bien la comunicación de su decisión. Pero se ha dicho lo que se ha dicho por quién se ha dicho, es decir, por máximos responsables políticos de un país. Y lo que se ha dicho, lo escucha y se lo cree mucha gente.

Ahí queda. Y desgraciadamente, las precisiones que la empresa ha hecho no llegan al ciudadano medio. Y no he dicho todo. Pero el mensaje va calando y poco a poco la riqueza se va diluyendo. Nadie se pregunta si España es un país competitivo. No hay autocrítica. Hay confrontación. Y la confrontación destruye la riqueza. Sin embargo, lo importante parece ser estigmatizarla negativamente y poner en peligro la sostenibilidad del Estado de Bienestar.

Lo dicho, dicho está.

Comparteix

Comentaris

Segueix-nos

Sigues part activa del diàleg per construir una Catalunya capdavantera.

Subscriu-te al nostre newsletter

Gracies per la teva subscripció
Hi ha algun problema, torna-ho a intentar més tard

Subscriu-te al nostre newsletter

Gracies per la teva subscripció
Hi ha algun problema, torna-ho a intentar més tard

Units per Avançar és un partit polític humanista, catalanista i democristià format per un equip humà de professionals que aporta solucions reals per a les persones i crea les condicions necessàries perquè, tots plegats, puguem contribuir al rellançament d’una Catalunya capdavantera, una millor Espanya i una Europa més forta, que ens faci sentir orgullosos.

Fes-te simpatitzant